lunes, 11 de septiembre de 2017

RECORDAR NORMAS PARA LAS CITAS

Cita Bibliográfica
Resumen de las reglas de la cita bibliográfica [1]

Libros

1.      Apellido y nombre del autor (o autores, o del que está al cuidado de la edición con eventuales indicaciones sobre seudónimos o falsas atribuciones),
2.      Titulo y subtítulo de la obra,
3.      (“Colección”).
4.      Numero que hace la edición (si no hay muchas),
5.      Lugar de edición; si en el libro no figura, se escribe: s. l. (sin lugar),
6.      Editor: si en el libro no figura, se omite,
7.      Fecha de edición: si en el libro no figura, se pone s. f. (sin fecha) o s. d. (sin data),
8.      Datos eventuales sobre la edición mas reciente a que nos referimos,
9.      Numero de pagina y si es el caso, numero de tomos de que compone la obra,
10.  (Traducción: si el título estaba en una lengua extranjera y existe traducción al español, se especifica el nombre del traductor, el título en castellano, el lugar de edición, el editor, la fecha de edición y eventualmente el número de paginas.).

Artículos de revista

1.      Apellido y nombre del autor,
2.      “Titulo del artículo o capítulo”,
3.      Nombre de la revista,
4.      Volumen y número del fascículo (e indicaciones eventuales de la Nueva Serie),
5.      Mes y año,
6.      Páginas en que aparece el artículo.

Capítulos de libros, actas de congresos, ensayos en obras colectivas

1.      Apellido y nombre del autor,
2.      “Título del capítulo o del ensayo”,
3.      en
4.      Eventualmente, nombre del que está al cuidado de la obra colectiva o AAVV,
5.      Título de la obra colectiva,
6.      (Si al principio se ha puesto AAVV, eventual nombre del que está al cuidado de la edición),
7.      Eventual número del tomo de la obra en que se halla el ensayo citado,
8.      Lugar, Editor, fecha, número de páginas, todo como en los libros de un solo autor.

[1] Eco, Umberto, Come si fa una tesi di laurea, s. l., Tascabili Bompiani, 1977, pp. 106-107 (versión castellana de Lucía Baranda y Alberto Clavería Ibáñez, “Como se hace una tesis, Técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura”, Barcelona, Gedisa, 1998).

CONTEXTO HISTORICO


LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL DEL SIGLO XVIII

Introducción: Hasta fines del siglo XVIII, la economía europea se había basado casi exclusivamente en la agricultura y el comercio. Lo que hoy llamamos productos industriales eran, por entonces, artesanías, como por ejemplo los tejidos, que se fabricaban en casas particulares. En una economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero.
Esta forma de producción se modificó notablemente entre fines del siglo XVIII y mediados del XIX. El país donde comenzaron estos cambios fue Inglaterra. Allí se daban una serie de condiciones que hicieron posible que, en poco tiempo, se transformara en una nación industrial; lo que permitió impulsar la inventiva y aplicarla a la producción y a los transportes. Surgieron entonces los telares mecánicos, que multiplicaban notablemente la cantidad y la calidad de los productos, y los ferrocarriles y los barcos de vapor que trasladaron los productos de Inglaterra.

Este período, conocido como la Revolución Industrial, fue posible porque:

* Este reino disponía de importantes yacimientos de carbón, el combustible más usado en la época. También, poseía yacimientos de hierro, la materia prima con la que se hacían las máquinas, los barcos y los ferrocarriles;
* La burguesía (ver Vocabulario) inglesa había acumulado grandes capitales a partir de su expansión colonial y comercial;
* Las ideas liberales, muy difundidas en la Inglaterra de esa época, favorecían la iniciativa privada. A esto se sumaban las garantías que daba un parlamento que representaba también los intereses de esta burguesía industrial y comercial.
* La marina Mercante inglesa era una de las más importantes del mundo. Esto garantizaba a los productores de ese país una excelente red de distribución en el orden mundial.

OCUPADOS Y DESOCUPADOS

A lo largo del siglo XVIII fue cambiando también la modalidad de explotación de la tierra: rotación de cultivos, uso de algunos fertilizantes, mejoras en el instrumental de labranza, reducción del personal al mínimo imprescindible. En los lugares en que se aplicaban estos cambios generalmente en las tierras de las personas más pudientes se tendió a aumentar la producción y, en consecuencia, a bajar los precios. A su vez, los campos fueron cercados y los grandes propietarios, conscientes de los beneficios que les brindaba el nuevo sistema, se adueñaron de las tierras de los campesinos quienes, de esta manera, se quedaron sin nada. Esto provocó que muchos comenzaran a trasladarse hacia los centros urbanos en busca de trabajo. En las ciudades que comenzaron a llenarse de establecimientos industriales, las familias numerosas se veían en serias dificultades, porque siempre la cantidad de puestos de trabajo era menor que la masa de obreros sin empleo. Los campesinos no paraban de llegar a las ciudades y esto empeoraba las cosas: ante tanta oferta de mano de obra, los patrones rebajaban los sueldos y hasta despedían a los que estaban trabajando para tomar niños y pagarles menos. En los grandes centros industriales ingleses, como Manchester, Londres y Liverpool, los desocupados se contaban por miles.

EL CAPITALISMO INDUSTRIAL

El maquinismo exigió una importante inversión de capitales. Hasta ese momento la burguesía los destinaba a los bancos y al comercio, pero notó el importante negocio que significaba producir a más bajo costo y en grandes cantidades. Así nació la burguesía industrial, integrada por los dueños de las grandes fábricas, que pondrán fin a los pequeños talleres artesanales. Frente a esta nueva realidad, los artesanos que trabajaban por su cuenta, tenían una sola opción: trabajar para esas fábricas y cerrar sus talleres. A este sistema se lo llamó capitalismo industrial, porque la industria será el nuevo centro de producción del capital al que estarán lógicamente asociados la banca financiando la producción y las ventas y el comercio.
Las grandes ganancias generadas por la actividad industrial no serían reinvertidas en su totalidad, en ese sector. Los dueños de las fábricas advirtieron la conveniencia de diversificar sus inversiones y destinar parte de su capital a la creación de bancos, entidades financieras y compañías de comercio que distribuían la mercadería que producían sus fábricas.
La Revolución Industrial determinó la aparición de dos nuevas clases sociales: la burguesía industrial (los dueños de las fábricas) y el proletariado industrial (los trabajadores). Se los llamaba proletarios porque su única propiedad era su prole, o sea sus hijos, quienes, generalmente a partir de los cinco años, se incorporaban al trabajo.
Esta situación llevó a varios pensadores de la época a sostener que el enfrentamiento entre estos dos grupos sociales (la lucha de clases) continuaría siendo ineludible y a la vez la condición básica para el surgimiento de una sociedad más igualitario.

LOS AVANCES TÉCNICOS

La Revolución Industrial le permitió a Inglaterra transformarse rápidamente en una gran potencia. Por su parte, el invento del ferrocarril agilizó el traslado de la mercadería y abarató los productos; a la vez que, al mejorar la circulación y las comunicaciones, acercó las distintas regiones. En ese contexto, para el resto de los países era muy difícil competir con los productos ingleses. Por ejemplo, en 1810, cuando después de la Revolución de Mayo, Buenos Aires se abrió al comercio libre con Inglaterra, un poncho inglés costaba 10 veces menos que uno producido en los telares artesanales de Catamarca confeccionado en un tiempo mayor. La apertura comercial perjudicó muy seriamente a las artesanías y pequeñas industrias del interior hasta, casi, eliminarlas.
Pero Gran Bretaña no sólo exportaba productos textiles, sino también maquinarias, capitales y técnicos para la construcción de ferrocarriles. Los países que establecían contratos con estas compañías debían tomar créditos con bancos ingleses muchas veces, vinculados a las compañías para financiar las obras. Estos países quedaban de por vida dependiendo de Inglaterra, por las deudas contraídas y por las necesidades técnicas y de repuestos que solo proveían las empresas constructoras inglesas.

ORÍGENES DEL MOVIMIENTO OBRERO

Con la Revolución Industrial también crecen los conflictos sociales. A muchos capitalistas no les importaba que sus trabajadores, a veces niños de siete años, trabajaran 12 ó 14 horas por día en condiciones insalubres, con graves riesgos físicos. Su única preocupación era aumentar la producción al menor costo posible, es decir, pagando el salario más bajo que se pudiera, aprovechándose de la gran cantidad de desocupados que había. Esta situación de injusticia llevó a la aparición de los primeros sindicatos de trabajadores y de huelgas en demanda de aumentos de sueldo y de mejoras en las condiciones de trabajo. La unión de los trabajadores posibilitó la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y, consecuentemente, el mejoramiento progresivo de su calidad de vida.
El avance de la burguesía industrial implicó, a su vez, un proceso de cambios en la vida de muchas personas. Pero sobre todo, en la de aquellos que se incorporan en condición de obreros, en el trabajo fabril. Algunos provenían del campo: eran antiguos labradores que habían sido expulsados de sus parcelas para criar ovejas y producir lana destinada a la naciente industria textil. Otros eran artesanos que, al no poder competir con la industria, se vieron obligados a ingresar en e taller, Antes, la mayoría de ellos producían en sus Parcelas o talleres, para satisfacer sus necesidades de uso (alimentación, vestido, etc.). Ahora, comenzaban a producir para el dueño de la fábrica que aspiraba a vender mercancías y enriquecerse. Antes, el tiempo y el ritmo del trabajo eran auto controlados; ahora, la intensidad del trabajo la establecerá el propietario del taller. En el pasado, sus jornadas de labor con su mujer e hijos eran extensas y anotadoras como ahora; pero ese tiempo de trabajo era su propio tiempo y eran ellos quienes disponían de él. Para las nuevas formas de producción, el tiempo es oro y la burguesía necesitó intensificar los ritmos de producción La "socia" para lograr este fin fue la máquina que obligó al obrero a seguir el ritmo que ella le imponía, y también las multas a todo obrero que estuviera fumando, cantando, rezando o realizando cualquier acción que pudiera perturbar la labor marcada por el cronómetro, ahora dueño del tiempo en la fábrica

martes, 29 de agosto de 2017

Textos para parcial

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sábado, 1 de julio de 2017

Ciudad Ideal Renacentista: CRISTIANOPOLIS

Variaciones de ciudades fortificadas poligonales de Pietro Cataneo, 1554.

CRISTIANOPOLIS
FEDERICO GONZALEZ
Abordamos ahora el tema de Cristianópolis, Utopía debida a la mano de Juan Valentín Andrae, autor del que hemos dicho ya algunas palabras en relación con la paternidad que se le atribuye referida a los famosos Manifiestos Rosacruz, recién tratados, que aparecen de modo anónimo como voz de una Fraternidad, real pero invisible, expresando el pensar de una Escuela de Conocimiento, siempre presente, en la exposición de una Filosofía Perenne.1
La particularidad más saliente a simple vista de esta utopía, desde el inicio signada por su propio nombre, es la de una ciudad ideal –pero debe destacarse que el propio autor reunió grupos de trabajo muy reales bajo esta misma idea–, esotérica, mas fundamentalmente cristiana, influida por el catolicismo, aunque es el paradigma, pudiera decirse, de una comunidad reformada, es decir, protestante; debe recordarse que su autor era pastor, de una familia de clérigos importantes y que consideraba al Papa como al Anticristo.
También está claro a simple vista que Andrae se propone continuar la tradición modélica renacentista de las utopías, como hemos visto inaugurada por Tomás Moro y seguida por la de Tomasso Campanella y otros autores.
De más está decir que estas utopías son estudiadas desde nuestro punto de vista, es decir, desde la Tradición Hermética, razón por la que destacamos los elementos esotéricos presentes en ellas, o sea, su relación con una Tradición directamente vinculada con el Conocimiento, heredera de las Escuelas Mistéricas de la antigüedad ejemplificadas por la obra de Hermes Trimegisto, Platón y Proclo que revivieron en el Renacimiento y se prolongaron hasta la época en que fue escrita esta utopía; señalaremos así los elementos más claros de esa pertenencia, tocando sólo de modo secundario todo lo concerniente a sus aspectos sociales, legales y económicos que son los que la crítica más ha investigado.
Efectivamente en el Renacimiento fue cuando se produjo una vuelta a la Filosofía Perenne, a la Cosmogonía y la Teosofía clásicas, y se asistió a un resurgimiento de los valores tradicionales de la antigüedad que pasaron a revestir formas nuevas que comenzaron a manifestarse en Italia en el siglo XIV y se extendieron por todo Occidente hasta el siglo XVIII, sobreviviendo arduamente a la Reforma y la Contrarreforma para proyectar sus epígonos, ya débiles, hasta nuestros días.
Durante esta época se hace inmenso el mundo del hombre europeo: por una parte la Historia se ha hecho mucho más extensa al volverse el hombre a sus orígenes "clásicos" y aun anteriores, ingresando en un espacio otro, en un ambiente de evocación apropiado para la anamnesis y apto para entroncar con el sentido del mito; por otra parte se han expandido hasta los límites de la fantasía y la posibilidad indefinida las marcas de lo conocido y se penetra en un mundo ilimitado. Además la nueva geografía se va ampliando constantemente, revelando lugares, gentes y formas desconocidas. A ello viene a sumarse la visión tridimensional del cosmos, en profundidad, debida a Copérnico y Galileo, donde la tierra pasa a ser vivida no como el centro del mundo, sino como un satélite del sol en un espacio volumétrico que se hace casi infinito. Desde luego que todo ello conlleva un cambio radical de mentalidad en el hombre del Renacimiento, época a partir de la cual puede advertirse un verdadero precipitarse de la historia a una velocidad geométricamente proporcional a su contenido, hasta nuestros velocísimos días donde no contamos con tiempo para nada, y se piensa que esa historia ha llegado a su fin.
Acabamos de señalar el sentido del mito y añadiremos que la mitología describe las aventuras, los caracteres y los escenarios de sus protagonistas, los dioses, habitantes de la ciudad del cielo. Estos dioses intermediarios son la respuesta a nuestra búsqueda del Conocimiento, grados de un Ser Universal que se manifiestan como entidades que los distintos pueblos del mundo han llamado de ésta o aquella manera. La Utopía reúne de este modo al tiempo mítico en un espacio virtual. En Cristianópolis conviven estas coordenadas bajo el lema: piedad, probidad y erudición, que se oponen a otra tríada, la de la religión, idéntica a la hipocresía, la política, asimilada a la tiranía y la academia, igual a la sofística, siguiendo en esto a Campanella.
Otro texto clave de Juan Valentín Andrae, ya nombrado, es Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz, obra dividida en 7 jornadas y viajes, donde se describe el matrimonio alquímico del azufre y el mercurio, es decir la perenne coniuctio opossitorum como forma de trabajo hermético, para procurar la Iniciación o proceso del Conocimiento.
Las Bodas Químicas es un texto simbólico, repleto de referencias míticas y cabalísticas y estrechamente emparentado tanto con la Fama y la Confessio, como con la propia Cristianópolis.
Esta última se halla situada en la isla de Cafarsalama, (Aldea de Paz) que se encuentra en la Antártida y es descubierta casualmente a raíz de un naufragio simbólico de la nave de la fantasía, agitada por los torbellinos de la envidia y la calumnia, por el propio Juan Valentín Andrae.
En castellano no había una traducción de este libro, escrito originalmente en latín y publicado en 1619; tampoco se encuentran salvo en algunas bibliotecas europeas versiones de ella en francés o inglés, por lo que debemos agradecer al traductor y autor de la introducción Emilio García Estébanez,2 con cuya versión nos manejaremos aquí. Sin embargo el comentario del texto no admite la posibilidad de una conexión de Cristianópolis con algo más allá de una visión piadosa y cristiana de una comunidad.
A diferencia de Moro y Campanella la Cristianópolis de Andrae no es una ciudad-estado, o la capital de una nación, sino más bien un castillo medioeval con un villorrio a los pies, o una comunidad religiosa, o mejor una ciudad universitaria, cual Oxford y Cambridge en Inglaterra, o aún más pequeña, ceñida a un colegio, ya que el mismo hecho de estar diseñada para sólo 400 personas, la convierte en un convento, o un colegio que, como un módulo, podrá repetirse a lo largo de un país, aunque Andrae no es preciso ni coherente respecto a cuál es exactamente la naturaleza de su proyecto en este sentido. Pero sí es preciso en el número de sus habitantes y en que se trata de un gran establecimiento de enseñanza poblado por matrimonios y sus hijos que conviven como una especie de orden religiosa donde la piedad cristiana se da la mano con la sabiduría de todos los tiempos. En ese sentido se ha señalado el parentesco en muchos aspectos con las escuelas de los jesuitas y con su orden, fundada por Ignacio de Loyola poco tiempo antes, aunque debe reiterarse el carácter sexual mixto de Cristianópolis.
La comunidad tiene un trazado concreto aunque curiosamente el autor da de él algunas descripciones detalladas dejando otras en el olvido. Textualmente dice lo siguiente:


Planta de Cristianópolis. Johannes Valentin Andreae, Reipublicae Christianopolitanae descriptio, Strasburgo 1619.



Alzado de la ciudad. Ibid.
Es cuadrada3, de 700 pies por cada lado, bien defendida por cuatro baluartes y un muro. Se orienta exactamente a los puntos cardinales. Está reforzada por ocho torres poderosísimas, repartidas por la ciudad, además de otras dieciséis menores, no desdeñables, y una ciudadela en el medio prácticamente inexpugnable. Las casas están dispuestas en dos filas o, si añades la sede del gobierno y los almacenes de la ciudad, en cuatro, con una sola calle pública y una sola plaza, muy majestuosa. Si mides las construcciones, verás que desde la calle interior, cuya anchura es de 20 pies, hasta el centro, donde está el templo, redondo, de 100 pies de diámetro, las medidas van subiendo de cinco en cinco. Si partes de las viviendas, entonces el espacio intermedio, los almacenes y el barrio tienen 20 pies cada uno, el muro 25. Las viviendas alcanzan todas tres pisos, a los que se sube por unos podios públicos.4
Para finalmente obviar el asunto diciendo que esto podrá verse mejor en el dibujo que acompaña a su texto, que en este trabajo por otra parte publicamos. Previamente nos dice, como Moro, al que cita, que todo se trata de un juego aunque hay que tomar con pinzas estas afirmaciones al igual que aquellas de negar la paternidad de los Manifiestos Rosacruz.
Pero a diferencia del autor inglés la guerra –aunque se contratan tropas mercenarias– no forma parte de esta sociedad reformista cristiana que la evita por todos los medios y sólo es aceptada en caso defensivo y a regañadientes. Igualmente en esta sociedad aristocrática y no monárquica, pues se consideraba que el puesto del Rey sólo podría tocarle al propio Cristo, no se admitían formas cercanas a la esclavitud, como era en cambio el caso de Moro y Campanella.
En la ciudad vivían seres que tenían el control de sí mismos, que luchaban contra el mundo, que aceptaban la muerte y que vivían en la contemplación del cielo y de la tierra, en el escrutinio de la naturaleza, en la armonía de todas las cosas, en la patria del Cielo y con la familia de Dios. Por el contrario no acogían a meros curiosos, fanáticos, "sopladores" que deshonran a la alquimia e impostores que simulasen ser hermanos de la Rosacruz.
A partir de su capítulo 8 se tratan con minuciosidad temas concretos, lo que hace que se pueda pensar en Cristianópolis, con sus 400 habitantes, como en un colegio de funcionamiento posible, equilibrando el trabajo con el descanso, sobre la base de una economía autónoma.
En sus calles se congregaban todos los oficios, aunque a la sastrería y el bordado lo llevaban las mujeres. Se hacía oración pública y ciertos aspectos de esta utopía hacen pensar que pueda haber sido el modelo o haya influido en pequeños pueblos protestantes, calvinistas, cuáqueros y puritanos en U.S.A.
La propiedad es común y en principio todos están llamados a ejercer todas las artes y ciencias, incluso las mujeres. De otro lado las penas legales son leves y se trata de precaver en lugar de agregar más desgracia a los que han caído. No existe la pena de muerte, al igual que en Moro y Campanella. Nada se hereda y la mitad de la ciudad está regida por ocho autoridades que a su vez dirigen a otros ocho prefectos de modo paternal utilizando más el ejemplo que la palabra.
Hay también tareas públicas, que obligan a todos los ciudadanos, como las guardias, las rondas, la cosecha, la vendimia, la pavimentación de caminos, la construcción de edificios, la traída de agua […] que prestan todos por turno de acuerdo con su edad y sexo y que no son muchas ni prolongadas.
Nadie tiene su vivienda en propiedad y mudarse es aún más fácil que en la utopía de Campanella. El colegio es el corazón de la ciudad, marcando así su carácter. Juan Valentín se deleita en pequeños detalles y anota un triunvirato de autoridades, también dos cuatorviros y finalmente un senado de notables. Como se ve es vago en ello y generalmente al final de todas las descripciones hay una comparación con el mundo profano al que se anatematiza y una breve reflexión moral o doctrinal concluye los capítulos. Hay dos tablas –como las de la ley mosaica– fundamentales, donde se hallan inscriptos los principios religiosos y constitucionales, y usos y costumbres de esta ciudad, que todos sus habitantes conocen. Se distingue lo civil de lo religioso. Existe un teólogo: que a menudo está poseído por Dios y profiere palabras insólitas. Habla al pueblo una sola vez a la semana en el día del Sol.

Este es un supremo sacerdote, un sabio, queconsume todo su tiempo en meditaciones y prácticas sagradas.
Su esposa es una mujer extraordinaria que le ha dado prole y se llama simbólicamente "la conciencia". A continuación se mencionan otras autoridades como "el diácono", "el juez", "el erudito", estos dos últimos –que junto al teólogo constituyen el triunvirato– con sus respectivas mujeres: "la razón" y "la verdad" respectivamente. Así se siguen enumerando distintos ítems variados hasta llegar al acápite 44 denominado "El laboratorio" que tiene para nosotros un especial interés pues está dedicado a la alquimia, y del que queremos destacar algunas frases.

… el laboratorio, santuario de la sagacidad química, ricamente equipado con hornos ingeniosísimos y aparatos para hacer combinaciones y disoluciones.
Aquí se analizan, se purifican, se incrementan y se combinan las fuerzas de los metales, de los minerales, de los vegetales y también de los animales …
Aquí el cielo se marida con la tierra y se descubren los misterios divinos, impresos en la tierra también. Aquí se aprende a controlar el fuego, a utilizar el aire, a sopesar el agua y a experimentar la tierra. Aquí la mona de la naturaleza tiene a qué jugar reproduciendo los principios y construyendo de acuerdo con las huellas de la gran máquina una diminuta y preciosa. Aquí se estudia todo lo que el esfuerzo de la antigüedad desenterró y extrajo del pozo de la naturaleza …
Continúa su narración con importantes temas relacionados con la enseñanza y los ámbitos utilizados para ello. Hasta llegar a la metafísica y la Teosofía de las que se dice:
Aquí se contempla la verdad, la bondad, la belleza, la unidad, el orden y otras cosas semejantes con tanto mayor provecho cuanto que añaden la luz divina.
… la teosofía, no reconoce nada proveniente de la invención o investigación humanas, sino que todo se lo debe a Dios.
Es para pocos hombres y no deben ambicionarla ni siquiera los devotos …
En el acápite 62:
Siguen los estudiosos de la geometría, hermana carnal de la aritmética y que expresa equivalentemente con líneas lo que ésta con números.
Y se pasa a los números místicos. Con Campanella5 nuestro autor dice:
… pues Dios tiene sus números y medidas que conviene que el hombre contemple. Es seguro que el supremo Arquitecto no construyó esta poderosa máquina al azar, sino que la colmó de medidas, de números y de proporciones con extremada sabiduría, añadiendo el tiempo, repartido con una armonía admirable.
En el capítulo 64:
El cuarto auditorio es el músico al que no se puede acceder, sino después de la aritmética y la geometría, hasta tal punto depende del número y la medida.
Se continúa en el 67 y siguientes:
El quinto auditorio lo reivindica la astronomía, con no menos méritos ante el género humano que las otras artes. Al hacernos constar con increíble minuciosidad las mociones de los cielos y sus lentas rotaciones, los cursos y mutaciones de los astros, los sitios, disposiciones y distinciones de los planetas, así como el número y cantidad de las estrellas visibles y las proporciones que guardan entre sí, nos introduce ya poco menos que en el mismo cielo y le hace como tributario en este territorio nuestro.
En este mismo se encuentra la astrología, recomendable por muchos títulos. Lo que la tierra debe al cielo y lo que el cielo comunica a la tierra lo saben quienes los padecen. El sapientísimo Creador entretejió de tal manera su inmensa obra que en todo se mande y obedezca a sí misma.
De ahí que en lo que más insisten es en cómo dominar los astros y en cómo sacudirse su yugo …
¿No han sido célebres los servicios prestados a los creyentes por el sol, las estrellas, el arco iris, el granizo y el rocío, por citar sólo unos pocos?
Sin embargo: Los cristianopolitanos buscan y ansían el cielo espiritual por encima de todo…
Y de este modo hasta el acápite 100, donde termina la obra, de la cual hemos querido parafrasear lo anterior puesto que consideramos que esas citas la definen concretamente.
NOTAS
1 También el término Filosofía Perenne fue acuñado en el Renacimiento; así se llama una obra en diez volúmenes de Agostino Steuco considerado un teólogo católico publicada en Lyon en 1540. Se ha puesto en duda el significado de una Filosofía de ese tipo antes del conocimiento de Oriente y América y su cultura. Sin embargo la idea de unanimidad en Dios ya campeaba en esa época donde se conjugaban distintos pensamientos, especialmente el clásico con el cristiano.
2 Cristianópolis, Johann Valentin Andreae. Akal, Madrid 1996.
3 Como la Jerusalem Celeste que descenderá del Cielo al fin de los tiempos, o sea la cristalización del Conocimiento, la coagulación en términos alquímicos de las posibilidades implícitas en el ser humano por medio de los estados superiores de conciencia. Recordemos que Juan Valentín es milenarista, como Joaquín de Fiore y Cristóbal Colón, influencia que se ha señalado en su obra.
4 Una ciudad semejante, en una isla cuadrada y con una torre de siete niveles en su centro, se describe en un viaje que tiene lugar en la jornada V de Las Bodas Químicas de Cristian Rosenkreutz (Muñoz Moya Ed., Brenes, Sevilla 1988). Este viaje tiene analogías con el de Polia y Polifilo a una isla, Citera, patria de Venus, en una barca capitaneada por Cupido. Ver más adelante "Las Utopías del Sueño: Hypnerotomachia Poliphili". Ver también The Chemical Wedding of Christian Rosenkreutz, traducción de este libro de Andrae del latín al inglés por Joscelyn Godwin (Phanes Press, Grand Rapids MI 1991).
5 Almirante: – "Indudablemente ellos se apoyan en la doctrina pitagórica sobre el valor de los números. Mas no sé si obran por superstición ni tampoco si se basan exclusivamente en los números o bien en la medicina acompañada de los números".
Gran Maestre: – "En ello no hay superstición alguna, pues ningún canon o escritura divina ha condenado el valor de los números. Antes bien, los médicos se servían de él en los periodos o crisis morbosos. Además está escrito que Dios hizo todas las cosas con número, peso y medida. En siete días creó el mundo. Siete son los ángeles que tocan las trompetas; siete, los vasos; siete, los truenos; siete, los candelabros; siete, los sellos; siete, los sacramentos; siete, los dones del Espíritu; siete, los ojos en la piedra de Zacarías. Por eso San Agustín, San Hilario y Orígenes disertan ampliamente sobre la fuerza de los números y en especial de la del siete". (T. Campanella, La Ciudad del Sol ).

jueves, 11 de mayo de 2017

FORMAS DE CITAR UN TEXTO

Los objetivos de citar un texto parten de incentivar la lectura reflexiva y de poder establecer criterios de selección de ideas y conceptos en el mismo. También es nuestra intención que esta comprensión pueda manifestarse en su materialización de ideas-imagen, que por su análisis puedan reforzar la cita escogida por el alumno.
Se podrá entender como un avance en los trabajos el poder relacionar esta forma de accionar con los textos en relación a las grillas anteriores, no como un empezar de nuevo, sino en una integración de los trabajos y las formas de expresión teórico – graficas.
El citar textualmente un autor conlleva un trabajo adicional muy diferente al copiado y pegado textual que permiten los medios digitales, porque para la selección de una cita adecuada, pertinente y conceptualmente fuerte, se deberá entender el tema, leer atentamente el texto y escoger su fragmento mas indicado para poder graficarlo o ejemplificarlo.
Por lo tanto se tendrá particular cuidado en la corrección y se buscara en la evaluación el tener una consideración especial en aquellos alumnos que trabajen correctamente esta parte de la grilla.

Ejemplo de cita para Medioevo, no para Grecia, donde la misma es fácilmente graficable y demostrable en un trabajo 


El trazado de las calles tenía que acomodarse a las dificultades del emplazamiento, y por eso resultaban irregulares y tortuosas. En general, las calles importantes partían del centro y se extendían radialmente hasta las puertas del recinto fortificado. Otras calles secundarias unían estas radiales, muchas veces formando circulo en torno a un centro.”
CHUECA GOITIA, Fernando. Breve historia del urbanismo. Alianza Editorial. Madrid. 1970 p. 96

NORMAS PARA CITAR UN TEXTO


Acá van algunas normas para citar los textos, es bueno ir  acostumbrándose desde los inicios de la investigación a estos sistemas formales de referencia que les servirán a lo largo de toda la carrera y la vida profesional
Citas textuales:
Las citas textuales irán entrecomilladas

LIBRO:

APELLIDO(S), Nombre. Título del libro.  Nº de edición. Lugar de edición: editorial, año de edición. Nº de página. ISBN

EJEMPLO
De 1 autor
NEUFERT, Ernst.  Arte de proyectar en arquitectura.  14a. ed.  Barcelona : Gustavo Gili,  1999.  p.34  ISBN: 8425200539

De 2 autores
SCHMITT, Heinrich y HEENE, Andreas.  Tratado de construcción. 7a. ed. México, D.F : Gustavo Gili, 2002.  p.766  ISBN: 8425217296

De 3 autores
KOONTZ, Harold, WEIHRICH, Heinz y MERCADO  González, Enrique.  Administración: una perspectiva global.  México D.F. : MacGraw-Hill, 2003. p.  87  ISBN: 9701039491

Libros electrónicos
La cita se construye con los siguientes datos:
1. Autor(es), ya sea institucional o personal..
2. Tipo del documento. 
3. Tipo de medio [entre corchetes].
4. Edición o versión.
5. Lugar de publicación.
6. Editor.
7. Fecha de publicación.
8. Editor.
9. Fecha de consulta [requerido para documentos en línea; entre corchetes].
10. Disponibilidad y acceso (requerido para documentos en línea).
11. ISBN (Numero internacional normalizado para libros).Ejemplos

Ejemplo:
CONDE Olasagasti, José L.  Ecografía en atención primaria [en línea]. Madrid : Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, 1998 [fecha de consulta: 18 Octubre  2005]. Disponible  en: http://www.uca.es/dept/psicologia/bvsss/csalud/memoria/pdf/tecnologia/ecografiaenap. pdf ISBN 8493037907

Revista electrónica
La cita se construye con los siguientes elementos:
1. Título.
2. Tipo de medio [entre corchetes].
3. Edición.
4. Lugar de edición. 
5. Editorial.
6. Fecha de publicación.
7. Fecha de consulta (requerida para documentos en línea; entre corchetes).
8. Serie (opcional).
9. Notas (opcional).
10. Disponibilidad y acceso (requerido para documentos en línea).
11. ISSN (obligatorio).

Ejemplo:
DISEINUZ [en línea]. Bilbao : DZ Centro de Diseño, 1985- [fecha de consulta: 20 Octubre  2005]. Disponible en: http://www.dzdesign.com/cast/comunicacion/revista.htm

Pagina Internet:
La cita se construye con los siguientes elementos:
1. Título de la página web.
2. Editor.
3. Dirección web.
4. Fecha de consulta.

EJEMPLO
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Catálogo [en línea]: de la biblioteca.  [Consulta: 21 de abril de 1999]

Publicaciones periódicas: Revistas

· Apellido del autor en mayúscula, (coma)
· Inicial del nombre o nombre. (punto)
· Año de publicación entre paréntesis. (punto)
· Título del artículo. (punto)
· Nombre de la publicación en cursiva, (coma)
· Número del volumen en cursiva
· Número del ejemplar entre paréntesis, (coma)
· Número de la (s) página (s). (punto)

Ejemplos:
 Artículos en revistas especializadas (de 1 a 6 autores se mencionan todos):
ASCANIO, A. (1988). Competencias de los docentes para el desarrollo del proceso de aprendizaje en instituciones de educación superior. Revista de Investigación Educacional, 15(32), 1-8.


Medios audiovisuales:
Ejemplos:
Cinta cinematográfica:
Scorsese, M. (Productor) y Lonergan, K. (Guionista / Director).
(2000). You can count on me [Cinta cinematográfica]. EE.
UU.: Paramount Pictures.

Episodio aislado de una serie de televisión:
Hall, B. (Guionista) y Bender, J. (Director). (1991). The rules of the game [Episodio de una serie de televisión]. En J. Sander (Productor), I’ll fly away. New York, NY, EE. UU.: New York Broadcasting Company.

ARTICULO DE DIARIO
La cita se construye con los siguientes elementos:
1. Autor
2. Título del artículo.
3. Título del diario (en letra cursiva o subrayado).
4. Lugar de publicación.
5. Fecha (indicar día, mes y año).
6. Paginación.
7. Columna.
Ejemplo:
PIRULO C.  Las técnicas valen: los más freak en capacitación. El Mercurio: Santiago, Chile, 18 de Octubre de 2005. p. B7, col. 2.

ABREVIATURAS VÁLIDAS EN LAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abreviaturas + Significado

cap.                 capítulo
ed.                   edición
2a ed.              segunda edición
ed. Rev.           edición revisada
ed. (Eds.)         Editor (Editores )
Trad.                Traductor (Traductores)
s.f.                   sin fecha
p. (pp.)            página (páginas)
Vol.                  Volumen (Ej: Vol. 4)
Vols.                volúmenes (Ej: cuatro vols.)
No                   Número
pte.                  parte
Inf. Tec.           Informe Técnico
Suppl.              Suplemento
¶                      Párrafo

+                     indica que incluye más páginas.

jueves, 4 de mayo de 2017

TRABAJO PRACTICO N 1


TRABAJO PRÁCTICO Nº 1 - GRECIA CLÁSICA (siglos V al  IV a.C.)

Sobre los tres textos de lectura obligatoria provistos por la cátedra[1] así como sobre los contenidos desarrollados durante las clases teóricas, se propone que los alumnos desarrollen de manera escrita, con la apoyatura de complementos gráficos, una síntesis de la cultura en el corte histórico planteado.
TEXTOS
  1. El mundo de Sofía. Jostein Gaarder. Capítulo Atenas
  2. Grecia, cultura y ciudad. Emilio Martínez
  3. El legado griego. Rafael Iglesias

OBJETIVOS
-  Conceptualizar e internalizar las ideas, el pensamiento, la filosofía y las formas de expresión de la sociedad en su espacio (hábitat-habitar), en el corte histórico planteado (Grecia clásica).
-  Entender sus expresiones materiales como producto unívoco de su contexto, relacionando espacio/sociedad/cultura.
-  Adquirir una nueva mirada analítica en la lectura de los textos y de las imágenes, donde la imagen sea entendida como texto y el texto como una imagen.
-  Introducir el manejo de herramientas metodológicas.

PAUTAS DE CONTENIDOS
En el desarrollo escrito y gráfico de la síntesis objeto de este T.P. (basada en la lectura de los textos provistos), deberán comprobarse los siguientes aspectos:     

- Sobre la unidad socio territorial ambiental
Situar y describir espacial y temporalmente la unidad histórica aquí abordada y enunciar sus principales características mediante una elaboración personal.
Elegir una cita que permita comprender un aporte importante del mundo griego, a la cultura occidental. Subrayar palabras clave.
Ilustrar/Croquizar.

- Sobre la ciudad y sus componentes urbanos
Describir mediante una elaboración personal qué se entiende por “polis”.
Elegir una cita de los autores leídos que permita explicar la polis y sus componentes. Ilustrar/Croquizar alguno de los espacios donde se desarrollan las actividades de la polis.


PAUTAS FORMALES
-  El trabajo podrá ser desarrollado por hasta dos personas.
-  La síntesis planteada no deberá superar las tres hojas A4 (fuente arial de 11, espaciado simple o bien similar en caso de trabajos manuales).
-  Las citas no deberán superar las 200 palabras (aprox. 8 renglones). Al final de cada cita deberá consignarse: Autor, título del libro, editorial, lugar y fecha de edición.
-  Los croquis deberán acompañar los textos escritos (sean estos citas o elaboraciones personales). Su tamaño deberá ser pertinente con los que se quiere comunicar. No son gráficos o imágenes pegados sin análisis
-  Se exigirá prolijidad, orden y claridad así como la revisión semántica y ortográfica.
-  Todas las hojas deberán contener al pie y en cada una:
Nombre del alumno/Nombre del ayudante/ Carrera /Año de cursada: 2017


A los fines de este ejercicio entendemos por:
-  Unidad socio territorial ambiental: nociones distintivas de casa sociedad tales como su sistema de creencias, origen y evolución, organización, cultura material e inmaterial, formas de apropiación del espacio geográfico.
-  Ciudad y sus componentes urbanos: características de la estructura urbana, sus bordes, límites, sectores, redes, zonificación y sus componentes principales y secundarios, relación con su geografía, etc.
-  Arquitectura -singular y repetitiva-: características diferenciales entre elementos arquitectónicos referenciales de la ciudad, como los edificios públicos (teatro, templo, gimnasio) o sus ámbitos singulares (ágora, acrópolis) y los elementos conformadores de tejido repetitivo (vivienda).
-  Desarrollo cultural significativo: todo aquel aporte de esta cultura ya sea a la estructura de pensamiento, creencias o al dominio de técnicas y materiales tanto en lo artístico, lo artesanal como así también objetos utilitarios (por ej. alfarería, vestimenta, embarcaciones, herramientas) o tecnologías (sistema trilítico, etc.) y/o representativos de una postura, una idea (por ej. “numero áurico” y sus aplicaciones).

Asimismo se considera:
-   Síntesis: composición que se realiza con palabras propias a partir de un texto. Implica un proceso de análisis del texto estudiado, pudiendo ampliar las ideas u organizarlas de acuerdo al propósito de quien realiza la síntesis pero siempre con el recaudo de no cambiar el concepto que los autores quieren transmitir[2].
-  Corte histórico, al período cultural o “unidad histórica” que aborda la cátedra en el marco de sus objetivos académicos pedagógicos; para este caso, la cultura griega entre los años V y IV a.C., período conocido como Grecia Clásica.
-  Citar/cita: a la acción de elegir y reescribir textualmente fragmentos de lo escrito por los autores provistos, con el fin de referir, afirmar y comprender lo que se está explicando.
-  Croquizar: a la acción de ilustrar de manera gráfica una idea mediante el dibujo, redibujo, croquis, esquemas, esbozos rápidos, o imágenes pertinentes con lo que se quiere comunicar.
-  Palabras clave: aquellas que representan de manera pertinente la idea mas importante del texto (tanto de la cita como de la elaboración personal.



[1] Citar adecuadamente
Iglesia Rafael E. El Legado Griego   ...............................
Martínez Emilio. Grecia, Cultura y ciudad   .....................
Gaarder Jostein. El Mundo de Sofía. Ediciones Siruela. ........................................

[2] No es un “resumen” que se hace a partir de las ideas principales del autor, las cuales deben ser absolutamente precisas y sin modificaciones, sin opiniones ni acotaciones de quien lo está realizando.